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Toda una vida de dedicación

Fino El Pato un vino con personalidad

Como anécdota curiosa, cabe mencionar que allá por los años cuarenta, los hijos de D. José Luque junto con sus amigos, y con la excusa de jugar con unos patos que había en un corral, junto a la bodega originaria, mermaban de forma considerable el mejor vino que había en las botas. En un principio, D. José se extrañaba de la “merma” e hizo mirar para ver por donde se salía el vino hasta que comprobó que este no se salía, sino que era sacado por los individuos antes mencionados, los cuales, cada vez que iban a ver al pato, salían bastante contentos. Así, al cabo de los años, el vino quedó bautizado como “Fino El Pato” .

Nuestros vinos

Otros vinos finos no menos conocidos, son el Fino Los Luques Imperial y el Solera Andaluza. Son vinos con menos crianza que el Fino el Pato y muy del gusto de aquellos que dicen preferir vinos “más chiquitos” para copear. Son vinos pálidos y muy agradables en la boca, donde los sabores y aromas afrutados están más presentes.

Otra parte de la bodega, más pequeña, está dedicada a la crianza de vinos amontillados, muy viejos, en los que el tiempo parece no tener importancia. Así tenemos vinos como El Abuelo Solera 1888, de color caoba, intenso en la nariz, donde salen aromas a madera y vejez, y complejo en la boca, donde notamos enseguida que estamos ante un vino con cuerpo, con crianza, natural y capaz de satisfacer los paladares más entendidos.

Así mismo, Bodegas Luque posee un vino dulce, el Pedro Ximénez Luque, elaborado a partir de uvas de la variedad Pedro Ximénez, secadas de forma natural, al sol, en paseras, para extraer posteriormente su zumo, cargado de azúcares, que hace de este vino un producto apreciadísimo y exclusivo de la zona de Montilla-Moriles, ya que es aquí, de entre toda España y el resto del mundo donde únicamente se produce.